sábado, 30 de agosto de 2014

IZAAK WALTON Y LA LARVA CADDIS, " GUSANO DE CANUTILLO "

Hablar y escribir de la historia de la pesca resulta apasionante y edificante. Lo uno porque es conocer la trayectoria de nuestra pasión.  Lo otro por ser una manera justa de gratitud hacia los cofrades del pasado que pusieron las primeras piedras del gran edificio que es el templo de la pesca. Izaak Walton y su obra " The Compleat Engler " fue uno de ellos.

En la edad media, cuando los caminos eran como poco intransitables y casi siempre inexistentes,  las aisladas comunidades de pueblerinos eran abastecidas por buhoneros y vendedores ambulantes itinerantes. Aparte de comerciar con las mercancías que llevaban, eran portadores de noticias,  y a menudo también cuentistas de historias. 

Uno de estos personajes era el proveedor de cintas y trenzas, así como de otros materiales baratos,  de hecho era un mercero movil y andarín, una especie de mercería ambulante.  Para poder anunciarse así mismo y sus mercancías,  cosía trozos de trenzado y lazos sobre su vestimenta,  para que los aldeanos y otros potenciales clientes pudieran identificarle y ver inmediatamente quien era. Entre la mercancía que vendía,  había un trenzado o hilaza llamado caddis o caddys.

El industrioso y pequeño gusano que la gente veía en los ríos y arroyos,  también se engalanaba así mismo con trocitos de retales y otros materiales,  de esta manera se le llamó el gusano caddis. Esto la verdad pudiera ser un antiguo cuento de los propios buhoneros, o simplemente otra historia más.
Existen otras versiones sobre la raíz de la palabra caddis, pudiera derivar de la misma rama de " caddy ", como en la caja de té ( tea caddy ), en el sentido de caja y embase. Me gustaría creer en la primera interpretación,  aunque solo sea porque es más romántica.

The caddis, tricópteros.


Izaak Walton en su libro " The Compleat Angler ", El Perfecto Pescador de Caña 1653, se refiere a esta criatura de la naturaleza como un gusano envasado o gusano caddis, también llamado gusano de cebo. En esos lejanos tiempos Walton se dió cuenta de la importancia de la larva caddis,( larva de tricóptero, canutillo), como alimento para muchos peces. También reconoció un número de especies diferentes y anotó como algunos se daban más en unos ríos que en otros.


El primer caddis que menciona Walton es el " flautista ", un canutillo de alrededor de 2,5 cm. de largo, con una funda hecha de tallo de junco, literalmente un canutillo. También menciona el hecho de que los cuerpos de las larvas cambian a un tono amarillento cuando se guardan durante unos días,  y lo aconseja para pescar con el a cebo natural.


El segundo caddis que Walton menciona es el llamado " espolón de gallo ", algo más pequeño que el " flautista ", su forma es afilado en un extremo,  y su funda está hecha de pequeñas conchas, gravilla y cieno, y tan singularmente construida que es una maravilla imposible de fabricar por las manos del hombre,  como tampoco puede serlo el nido de un martín pescador, el cual está hecho con espinas de pequeños peces, tan geométricamente entrelazadas y dispuestas que nada parecido puede ser hecho por el arte del hombre. 


Walton menciona un tercer gusano de canutillo, llamado por algunos " gusano de paja ", y por otros " toga de gorguera ", ( algo así como, traje exterior adornado de lienzo plegado ), cuyo estuche está hecho de pequeños trozos de juncos, pajas y hierbas acuáticas,  unidos entre sí por limo apelmazado e insertados alrededor de su estuche dispuestos oblicuamente.  Walton lo describe como muy parecido a la posición que adoptan las púas de los erizos cuando estos se encuentran ante un peligro inminente.


Walton reconocía el hecho de que hubiera muchas especies,  ya que en su diálogo con su pupilo dice : 《 ... Yo os diré discípulo que en distintos paises hay diversas clases de gusanos de canutillo, que en verdad son tan diferentes como pueden serlo los perros, es decir tanto como un chucho vulgar y un galgo lo son, pueden alimentarse y crecer en ríos y diminutos arroyuelos que vierten en los ríos más grandes, y yo pienso que es el cebo más apropiado para estos rios que cualquier otro.  Yo no se cómo o de que reciben la vida o en que coloreada mosca se transforman,  pero indudablemente ellos son la perdición de muchas truchas 》, y sigue diciendo a su pupilo,《... solo os recordaré que conozcáis estos y sus diversas clases y la mosca en que cada gusano de canutillo se convierte,  y después como utilizarlas, primero como gusano y después como mosca, y esto es un arte que cada uno que aspire a convertirse en pescador de caña no puede dejar para después. Os diré discípulo lo que yo oí en cierta ocasión : " No envidio a aquel que come mejores viandas que yo, ni a quien es más rico, o al que lleva mejores vestidos, no envidio a nadie, envidio tan solo a quien pesca más peces de los que yo pesco ". Y un hombre semejante demuestra estar en el camino de convertirse en un verdadero pescador de caña, y esa noble emulación la deseo para vos y para todos los jóvenes pescadores》.


Izaak Walton escribe la primera edición de " The Compleat Angler " en 1653, a la edad de 60 años, no es hasta la sexta edición,  30 años después cuando figura por primera vez una segunda parte escrita por Charles Cotton.
Izaak Walton no es pescador de mosca, copia sin ningún rubor las moscas de Dam Julyans Barnes, lo mismo que lo habían hecho otros cofrades, es por esta razón que Charles Cotton poeta y escritor Inglés,  amigo y discípulo de Walton, aunque mucho más joven fue invitado por Walton a escribir la segunda parte compuesta de doce capítulos, donde centra gran parte aunque no exclusivamente en la pesca con mosca seca o la pesca en la superficie de la trucha y el timalo, dedicando dos capítulos enteros a la colección de moscas para cada mes del año, basándose en la identificación y posterior imitación de los insectos naturales, también da alguno consejos de como pescar con insectos naturales especialmente con la Mosca de la Piedra ( Stone Flie ), y la Mosca de Mayo ( Green Drake ).

También enseña a su pupilo como montar una mosca artificial paso a paso. En sus modelos usa básicamente dubbing para el cuerpo de las artificiales y un par de alas generalmente de pato, también monta algunos modelos en palmer o hackle.
Finalmente nos propone una receta para cocinar una trucha recién pescada, a mi juicio más complicada de preparar que algunos de sus dubbings, completando así " El Perfecto Pescador de Caña ".


Ya en la portada misma de su hobra introdujo el religioso y dulce Walton una sentencia evangélica, 《 ¡ A pescar voy !, ¡ También nosotros vamos con tigo ! 》. Walton discurre a cerca del arte de pescar con caña en diálogos que duran 5 días,  y los dos principales interlocutores son el maestro ( Piscator ), y su discípulo ( Venator ), interviniendo también en ellos un alconero, una pupilera, una lechera, Maudlin, Pedro, Coridon y quizás alguno más,  pero por lo común no hablan más que el maestro y su discípulo. 
Los diálogos discurren acerca de la pesca con caña y de los peces, truchas, barbos, tencas etc. que con ella se pueden pescar, y también de sus costumbres y maneras de vivir, y a modo de distracción introduce reflexiones sobre el arte de la pesca y sus encantos, bien en poesía,  bien en versos que se refieren a el o al campo.

Walton amaba la música y al final de su diálogo del día cuarto incluye unos preciosos versos. El ritmo de su lenguaje y estilo obedece al ritmo de sus sentimientos,  porque el corazón de Walton más bien que latir fluia como las aguas mansas de los ríos en que vertió su arte. Y ¿ Como no había de amar la música un espíritu contemplativo que se apacentó en las tranquilas riberas de los ríos Ingleses, ya que es el paisaje en el reino de las formas visibles lo que la música en el reino de los sonidos ? Un paisaje es como una sinfonía donde confluyen agua y tierra, y aire, y hasta fuego.


Walton hablando de las diversas especies de gusanos de canutillo que pueden servir de carnaza o cebo a los peces nos habla de esas, 《... moscas, gusanos y criaturillas vivientes conque el sol y el verano adornan y embellecen las riberas de los ríos y los prados, para recreo y contemplación,  más para nosotros los pescadores que para cualquier otro que no lo sea, ¿ Como no gozar de la contemplación junto a los ríos ? Dice Walton 《 ... no hay vida tan feliz y tan alegre como la del pescador de caña que se gobierna bien 》.

La alegre piedad de Walton, y su dulce mansedumbre, le da una gracia especial,  un fino y simpático humorismo de que se encuentra lleno su libro, como aquella vez en que al romper una trucha la cuerda y exclamar Piscator : ¡ Ay ! lo ha roto todo, queda media cuerda, he perdido un buen anzuelo 》y contesta Venator ( discípulo ) : 《 Si, y también una buena trucha 》replica el maestro :《 No, no se ha perdido la trucha, porque hos ruego tengáis encuenta que nadie puede perder lo que jamás tuvo》.
Y termina la primera parte del dulce libro diciendo Piscator :《 ... y sobre todo seamos amantes de la virtud y atrevamonos a confiar en su providencia y seamos tranquilos y vayamos a pescar a la caña》.


Llegado ha este punto yo me pregunto ¿ Que diría el Sr. Walton o Charles Cotton o el mismísimo Fernando Basurto si levantaran la cabeza y vieran en que se han convertido los ríos que ellos tuvieron la suerte y la gloria de pescarlos ? No quiero ni pensarlo.



Izaak Walton. 


Una de las primeras artificiales montada en palmeras.