sábado, 13 de septiembre de 2014

DIÁLOGO DEL CAZADOR Y DEL PESCADOR, DE FERNANDO BASURTO.

Es regocijante a la vez que gratificante leer el libro de Fernando Basurto, "Diálogo del Cazador y del Pescador". Lo uno por tratarse de una joya literaria y estar jalonado de juicios veraces y actuales. Lo otro por ser un español quién lo escribió,  poniendo así de manifiesto la solera que tiene en nuestro país la pesca con mosca artifial, especialmente la " mosca ahogada ". Sirva pues este pequeño recordatorio como tributo a su memoria y testimonio de agradecimiento por su obra y contribución a la pesca con mosca artificial.

El libro del Aragonés Fernando Basurto fue publicado en Zaragoza en el año 1539, y se considera uno de los documentos Europeos más antiguos que se haya escrito sobre la pesca con mosca. Es bastante más antiguo que "El Perfecto Pescador de Caña" de Izaak Walton 1653, y que el Manuscrito de Astorga 1624, los separan más de un siglo, y solo es precedido en unos años por el " Treatyse " de Dam Julyam Barner 1492.

Basurto era un viejo soldado que estuvo presente en la toma de Granada, así como en la primera campaña de Nápoles, y el mismo lo confiesa de manera explícita en sus conversaciones  con el joven cazador cuando dice:《... Os quiero decir de algunos cavalleros que yo en mi tiempo alcancé,  que fueron muy diestros y valientes caçazores de nuestros enemigos en la conquista del reino de Granada》.

Desde su nacimiento en Jaca (Huesca) hacia mediados del siglo XV ( ~ 1460 ) hasta su muerte en 1540 en Zaragoza, la vida de Basurto fue azarosa y poco recompensada en el aspecto económico, desengaños sociales de todo tipo debieron forjar su caracter como experto y apasionado pescador.

El maravilloso libro de Fernando Basurto. 

En la época del Renacimiento, la pesca en nuestro país fue ganando adeptos entre una nobleza más proclive a la caza que a la pesca, y esta obra de Basurto no es otra cosa que el fiel reflejo de lo que estaba sucediendo en aquellos tiempos, seguramente influenciado por la aparición de una nueva clase social.

Respecto de la obra de Izaak Walton, es notorio su paralelismo de pensamiento con respecto a la obra de Fernando Basurto, en ambas obras tenemos a dos protagonistas destacados, el cazador (Venator), que es convencido por el humilde pescador (Piscator), por cierto mucho más humilde en la obra de Basurto, para que abandone el ejercicio de la caza y practique el arte de la pesca. 

Dos actitudes contrarias van a chocar en breve y sus diferentes posiciones se van a constituir en el eje central del diálogo: la soledad en armonia con la naturaleza de la pesca frente a la agitación y el tumulto de la caza. Toda una enseñanza que va más allá de los meros aspectos técnicos de la pesca y que llega a proponerle un cambio de vida basado en presupuestos radicalmente diferentes de los que hasta el momento regían la existencia del cazador.

Pero a diferencia de la obra de Walton que el diálogo dura cinco días y hay varios intervinientes, en la de Basurto solo intervienen dos personajes, el viejo y humilde pescador, y el joven y todopoderoso caballero cazador, y cierran la conversación el primer día. 
Por la noche se emplea el pescador en redactar su Tratado, y a la mañana del día siguiente, en el mismo lugar del primer encuentro, tiene lugar la entrega del Tratado (de pesca) al caballero, que agradecido intenta persuadir al pescador de que acepte su ayuda. 
Una vez que queda clara la posibilidad de seguir pescando bajo la protección del huésped, el anciano pescador decide cambiar de techo, y el diálogo concluye definitivamente. 

En la obra de Basurto nos encontramos con un descarado cofrade nuestro (el pescador), que trata sin ningún miramiento al caballero (el cazador), hasta que este saca la bolsa de los doblones y lo amansa un poco. Y es que las fabulosas historias que le va narrando el pescador, interesan tanto al caballero (el cazador) que este se ve en el arte del manejo de los aparejos de pesca, y tantas veces es presentado el "señuelo" por el pescador, que el cazador "pica", y resulta convertido al arte de la pesca, hasta tal punto que termina llevándose al pescador a su señorial casa para que le confeccione un "Tratadico" que hable de todos los cebos existentes y de su empleo, tanto en el mar como en el río,  para así aprender rápidamente y dedicarse a la pesca exclusivamente.

La pesca del barbo con ova según Basurto. (Click)

A diferencia de la obra de Walton, en la de Basurto el encuentro entre el cazador y el pescador no es nada cordial. El pescador está enojado porque el cazador irrumpe con gran estruendo en la ribera del río en el momento más inoportuno, justo cuando los barbos le están entrando. Pescador.《 ... ¡ O válame Nuestra Señora ! Y que cavallero viene caçando por el canto de la ribera con retumbo de tan grandes gritos, y sigue,《...Pues en el mayor punto de mi placer me ha procurado mayor pesar. ¡O maldito sea el cazador! ¡Y que voces viene dando! ...》. Y sigue poco después : 《... Por cierto no parece el caballero sino al cárabo ( ave rapaz nocturna ) cuando de noche da gritos en las montañas, o a los moros cuando desde las alturas se muestran a nos cristianos...》.

El diálogo sigue narrando el creciente desencanto del humilde pescador contra el ruidoso caballero, punto este sorprendente para nosotros que conservamos una imagen distinta de la sumisión del pueblo ante la poderosa nobleza, y esto es aún más sorprendente cuanto que el libro está dedicado a su protector, nada menos que el poderoso conde de Morata, don Pedro Martínez de Luna.

Basurto se descara una y otra vez contra los desmanes de la nobleza: Pescador.《... Si no, bolved los ojos atrás por donde haveys venido y vereys cuan perdidos dexays los sembrados de la huella de vuestros criados. E de que los hayays visto mirareys los daños que dexays en las huertas y la destrucción de las viñas por donde haveys pasado...》.

Sigue el pescador atacando al caballero,  pero al mismo tiempo trata de convertirlo a pescador y que abandone la caza. Pescador.《... Y tan gozosa es la delectación que en aquel tiempo se recibe ( se refiere al tiempo pasado en acción de pesca ), que ni se acuerda el pescador de ofender a Dios, ni de perjudicar al prójimo,  ni aun de comer, porque no le fatiga la hambre, ni de dormir, aunque no haya dormido, ni de sus amores, aunque sea enamorado.》

Pero el humilde pescador sigue deseando que se marche el cazador y le deje pescar en paz. Pescador.《... Daría dos días de vida porque fuéssedes ya ido》, hasta que este le ofrece una recompensa económica para que le siga contando maravillosas empresas de personajes históricos, no siempre verídicos referente a la pesca. Pero el pescador además de humilde es sabio y desconfía descaradamente de las promesas del caballero.  Pescador.《... Si fuesse cierto de vuestra promesa, aun estaria algo contento, más como me recelo que se convertirá en palabras, querria más esperar al cierto que tener esperanza en lo dudoso.》

Se ofende el caballero ante tal insolencia pero no se arredra y sigue el Pescador.《... Señor no os maravilleys de mi incredulidad,  porque ya hizo punto la nobleza y está muy trocada de lo que antes era ( hay razones más que suficientes para no creer en la nobleza por sus desmanes del pasado )》. Pero ante el ruidito del vil metal, el pescador cede y sigue con la tarea de trucar al cazador en pescador.

En su entusiasmo llega a decirle al caballero que la pesca es sagrada, porque los apóstoles Pedro y Andrés eran pescadores. Pedro le dijo a Jesus aquello de que todos sus bienes los llevaba encima, de donde dedujo el sabio pescador que era pobre y aun así, repartió el producto de su milagrosa pesca con los necesitados.

El caballero le suelta un gancho al llegar a este punto. Cazador.《... Si, fueron pescadores los apóstoles, más pues fueron de redes, no cures de tener vanagloria de aquello》. A esta buena razón del caballero, acusa el golpe el pescador, pero se recupera y contraataca : Pescador.《... Pues mirad, yo os prometo a fe de pescador que si como las halló ( a los apóstoles ) Nuestro Señor pescando con redes las hallara pescando con varas ( cañas ), que antes de llamallos (llamarlos) los mirara como pescaban, porque no solamente el pescar aplaze al que trata ( complace al que pesca ), más aun  al que mira, más como con sus redes los halló, que es pesca poco apazible (poco interesante), quiso por sus obras recogerlos antes que no mirallos.》

Un excelente trabajo de Don Alberto del Río. 

Actual y divertido resulta el párrafo en el cual el cazador ya prácticamente convertido a la pesca le insinua al pescador que le preste la caña. Este le contesta : Pescador.《...Yo os hago voto solemne (yo os prometo), no os la prestasse si un tesoro me diessedes》. Cazador.《...¿ Porque razón ?》Pescador.《 Por dos cosas : la una por no estarme parado de no pescar y la otra por las virtudes que tiene mi vara (mi caña), y sigue: {... Que tiene un troço ( se refiere al talón de la caña ) que fue cortado de la planta y árbol de Gessé (huerto de Getsemani) y el puntal de arriba fue sacado de la barba de la ballena que tragó a Jonas profeta, y los pelos del sedal son de los cabellos blancos que Darida (Dalila) cortó a Sansón quando le privó de la fuerza, y esta calabacilla que veys en que tengo mi vino fue la que llevaba Joseph quando fue huyendo en Egipto. Y esta cesta en que hecho el pescado fue la que se dexo sant Pedro riberas del mar quando siguió a nuestro Señor. Y vara e aparejo de tan extremadas virtudes, adquiridos con tanto trabajo no se debe prestar a ninguno}.

Las trolas que suelta entusiasmado el pescador al cazador para no prestarle su equipo nos dicen que hoy como ayer, somos reacios a prestar nada a nadie de nuestro equipo de pesca.

El "Tratadico" se estructura en cuatro capítulos, y en ellos se describen todos los cebos y peces que con la vara (caña) se pueden pescar, tanto en el mar como en el río. Llama la atención el grado de conocimiento que tenían de la pesca en los ríos, especialmente en lo referente a la pesca con cebo natural y con mosca artificial, y también llama la atención la coincidencia de los periodos de pesca con los nuestros actuales.

En el capítulo 2, nos habla de como pescar con la draga o gusarapa (ninfa de la Dinocras Cephalotes, "mosca de la piedra"), dice al respecto :《 Es uno de los acertados cevos que hay para con ella pescar a las bogas, truchas y barbicos, pescando al andar (al tiento o cebo corrido), con sutiles aparejos y no mas sino con dos o tres pelos (dos o tres crines de caballo trenzados entre sí para el terminal) y el sedal (la linea) no mas largo que la vara (caña). Hase de poner por la cola en el anzuelo y hase de pescar con ella todos los tiempos del año, ... y sepa que adonde con ella se ha de pescar es en agua tirada ( aguas en movimiento ) y no en la que está en reposo 》.

También nos habla de como pescar con la lombriz de tierra, apropiada para aguas más turbias, y también como hacerlo con el gusano de canutillo que el llama "casquillo", y dice :《 ... los gusanicos sacados de los palicos (de los estuches) se pesca con ellos como con la draga, y es muy buen cebo, aunque no tan cierto como la draga, y también se tiene de poner por la cola 》.

En el capítulo 4. nos habla de como se monta una mosca artificial y como se debe pescar con ella, y también de como se cogen en el río la que el llama "mariposica blanca de cuatro cornecicos", y como pescar con ella. 

Refiriéndose a estas mariposas blancas que de noche vienen a los ríos, que no son sino las denominadas "palometas" (Oligoneuriella Rhenana), Basurto nos demuestra el grado de conocimiento que tenía de la vida natural. Al respecto de este insecto nos dice :《... Primeramente hablando desta  avecica que Dios creió para servicio del hombre, es de saber que ninguna persona hasta hoy supo donde engendra ni se cria, ni de que partidas (ni de que parte) viene a los ríos, y son tan queridas las unas de las otras que aonde van las unas las siguen todas las otras, y es su venida ( y llegan ) en esta parte de España por los meses de junio, julio y agosto, y jamás las ven de día hasta que ya es venida la noche y con la mayor escuridad arriban a los ríos grandes y caudalosos, y en las tablas grandes y hondas donde hay mucho pescado comienzan a bolar junto al agua tanta multitud dellas que en el ruido que hazen parecen a las abejas quando están en la colmena 》.

La mariposica blanca de cuatro cornecicos. La "Palometa", montaje agotado o muerto.

Es probable que Basurto hiciera referencia a las multitudinarias eclosiones de este insecto en el río Ebro, en su curso medio y bajo. Resulta curioso, aunque no extraño que aquellos pescadores no se dieran cuenta de que esas "avecicas" salian del lecho del río, y que sus larvas vivian allí hasta hacerse adultas y eclosionar. 

Basurto nos cuenta como un afortunado pescador dió con la solución para proveerse de estas "avecicas" en el río, para luego pescar con ellas a la mañana siguiente, nos dice :《... fue tanto el pescado que allí tomó (que allí sacó) que cierto quedo maravillado de ser el cevo tan excelente. 

La mariposica en los ríos donde hay truchas es muy provada para en los reciales (es eficaz en las corrientes) en los días que haze nuble, en agua clara o un poco pardilla (algo tomada). Hase de pescar con ella (dos palometas insertadas en el anzuelo) al andar (al tiento o cebo corrido) sin plomo y sin vela porque vaya el cevo por encima del agua. Y es su pescar a las mañanas, cuando ellas van muertas por el río abaxo.》. Justo como lo hacemos nosotros ahora con la artificial, en posición de muerta o agotada.

Basurto nos habla de otros muchos cebos, tanto naturales como artificiales y también nos dice como pescar con las hormigas aladas que el llama "alaicas", en aragonés "aludas", y a pez vivo con samarugos o bermejuelas.

Sobre la pesca con pluma (mosca artificial) dice Basurto :《...la pluma del capón o anade (pato) o de otra ave que se llama buñal es muy excelente cevo para las truchas, en los meses de abril y mayo, junio, julio, agosto en agua clara y reziales furiosos (fuertes corrientes). Hase (se debe) de notar que sola la pluma por si no vale nada sino se enxire con el cuerpo de unas moscas hechas de su mesma color de sedas. A vezes amarillas, a vezes pardas y otras vezes negras porque son los colores de las mesmas moscas a que las truchas se cevan en los reziales tarde y mañana, para lo qual han de saber que en cada uno de los dichos meses corren por los reziales las moscas diferentes unas de otras y para acertar no cumple (no hace falta) sino ponerse junto al rezial y mirar la color de la mosca que volando va por el y sacarle del vivo (y sacar el color de la natural) lo cual si verdadero se acierta (si acertamos con el tono) es bastante de no dexar trucha en el raudal (es probable no dejar ni una trucha en el lugar que estamos pescando) 》.

Basurto también nos dice como montar la mosca artificial paso a paso (en las fotografías se puede ver todo el proceso). 
En acción de pesca Basurto recomienda pescar con ella de la manera siguiente :《... Con la pluma (con la mosca) se tiene que pescar como dicho es: en los raudales (corrientes fuertes) sin plomo y sin vela, sino con sola la pluma echándola baxo (bajo) del rezial y subiendola por el río arriba con razonable presteza de manera que vaya la pluma arrastrando por encima del agua hasta lo alto del rezial, porque de aquella manera se cevan las truchas a las moscas verdaderas que por eso las engañan con las artificiales.》

Se trata una vez más, de la adaptación del pescador a las características de los ríos que pesca. Moscas ahogadas capaces de evolucionar sobre aguas tumultuosas como son las de los ríos aragoneses provenientes de la vertiente Pirenaica. Los pescadores leoneses de la época debieron decidirse por imitaciones más realistas, pero igualmente ahogadas, capaces de evolucionar más tranquilamente sobre o por debajo de aguas no tan tumultuosas como las aragonesas, en las que la trucha tiene más tiempo para seleccionar su presa.

Y termina Basurto su obra entregando el Tratadico al caballero de esta manera : Pescador.《... Otros algunos cevos hay con que se acostumbra pescar en los ríos, más como son los mejores y más principales los contenidos en este tratado y de los otros no se haze cuenta, no los quise aplicar. Por tanto noble señor, os suplicio recibáis mi servicio con aquella voluntad que vuestra persona os obliga y mi sano desseo lo meresse, pues otro no ha sido sino dexaros contento cumpliendo vuestro mandato, sin dexarle de las manos, dende la hora y punto que me aparté de vos 》.

Cazador.《 Ya pescador, he visto antes la intención de tu señalado servicio, si possible fuesse que de mí agradecimiento sin fin quedasse memoria, como de tu tratado para siempre quedará. Y con esto tengo determinación de hazer por ti dos cosas: la una quitarte deste vicio, y la otra llevarte a mi estancia y darte en ella de comer todo el tiempo de tu vida, porque tengas mayor contento 》.

Pescador.《 Señor tus grandes propósitos te agradezco, mas desterrarme del río para no pescar, no lo consiento y de tu determinación apelo. Porque luego que no pescasse, la muerte me pescaria 》. Y sigue el caballero ofreciéndole todo lo que necesite para llevar una vida más sosegada. 

Caballero.《 Y considerado esto, quiero pagarte con darte vida con sosiego si la querrás 》.

Pescador.《 Señor, harto sosegado la tengo, pues no devo nada a ninguno y tengo mis bienes seguros (tiene los bienes seguros porque no tiene otra cosa que los aparejos de pesca) 》. 

Cazador.《Pues no los dexas en casa y por eso quiero que te vayas a la mia. E si  algún día querrás venir a pescar, tambien estará en tus manos 》.

Pescador.《 Dessa manera yo soy muy contento recibir de vos las mercedes por las cuales Nuestro Señor os haya bienaventurado en la otra vida y os guarde y conserve en esta como vos lo desseais. 

Montaje de una mosca artificial según Fernando Basurto.


 《 ... puesto en el anzuelo el sedal que sea blanco y bien torcido de solas seys cerdas y el anzuelo que sea
de media buelta bien templado (el sedal se confecciona con varios pelos de la crin de caballo, trenzándolos unos con otros) tomaran unas poquitas de las plumas desde la exeridura (curva) del anzuelo, ponerlas han que vayan las plumas hazia el sedal y comenzaran las a atar desde casi la buelta del anzuelo hasta la paleta y llegada la atadura allí retornaran las plumas azia el anzuelo de manera que con ellas le escondan hasta encima de la punta y hecho aquello haran la cabeza de la mosca junto a la paleta de seda negra que este encima de la pluma y después harán el cuerpo de seda negra y pondran encima la seda amarilla que quede como escalerica (brinca) porque (para que) el cuerpo se parezca  (aparezca) debaxo de la pluma.  

Montaje de la artificial según Basurto. 


Vista superior de la artificial. 


Un fragmento del diálogo  (click en la fotografía).